Experiencia excepcional

Todo se mueve a velocidad vertiginosa. En poco tiempo los acuerdos socio-culturales que podían entenderse como evidentes: ni son consensos, ni se entienden del mismo modo. Me cuesta mucho decir que es mejor así, por que aunque ello permite hablar sobre el tema volviendo a poner todo sobre la mesa, sin el riesgo de los prejuicios, con argumentos novedosos y con profundas reflexiones a momentos tengo la sensación de que todo pierde sentido.
Me explico: la demanda sobre si es posible parir sin anestesia en poco tiempo la he tenido que escuchar varias veces y en diferentes contextos: desde una mujer adolescente, pasando por la típica gestante insegura, hasta una psicologa donde defendia que el cuerpo -de cualquiera- se "acoge" por el lenguaje (el propio, o sea el simbolico) y por tanto también eso debe construirse.
Sorprendentemente parece que se esta olvidando que somos mamiferos, que nuestra diferencia sexual no solo se refiere al género (como construcción social) sino que tiene que ver con nuestra capacidad fisiológica para procrear en nosotras las mujeres y por tanto que la especie se perpetue y ello es una cuestión de salud y no de enfermedad.
No niego que todo ello después (o antes) exija decisión, posicionamiento, ayudas, riesgos y una toma de conciencia (enpoderamiento) por parte de cada una de nosotras cuando vamos a vivir (o nos planteamos) algo con respecto a nuestro cuerpo y nuestro destino.
Espero que las iniciativas pilotos como la de Caps sobre el curso de mujeres y salud que se esta llevando a cabo pueda suscitar un fuerte debate sobre las posibilidades femeninas de ser autoras de sus vivencias y de sus posibilidades en salud sin tantas dudas extrañas (va de "ex": hoy).