COMADRONA INDEPENDIENTE

opiniones sobre parto natural que puedan guiar a las mujeres

Thursday, March 27, 2008

GLOBALIZACION

Acabo de leer y revisar en profundidad el documento de consenso que se presento a finales de Febrero en Barcelona, sobre el Parto Normal, es una Iniciativa escrita, en primera instancia.

De entrada me parece que su existencia, realizada por más de 50 comadronas de 10 Asociaciones de Profesiones de la Partería del Estado Español (no me encuentro entre ellas, por lo que soy libre para su evaluación) es, de entrada, un golazo para la asistencia obstétrica de este país.
Que yo sepa es la primera vez que las comadronas dicen de algo públicamente como propio y determinan sus parámetros y plantean sus pormenores. Pero nos topamos directamente con la globalización, me explico. Para ser científicas hemos de referirnos a investigaciones de rigor (o se les supone) que hayan publicado algo que nos permita afirmar aquello que queremos decir (que es diferente que él testimoniar, porque muchas de las participantes hace tiempo que no tienen clínica para reafirmarse o de donde extraer empirismo y otras no han tenido en su prehistórica experiencia ninguna ideología de soporte que les permita avalar la idoneidad del parto normal), ello se traduce en que de las 250 referencias bibliográficas referidas en el texto, sólo menos de un tercio sean de origen ibérico y que las demás de autoría anglosajona, acaben dando la versión de la realidad. Es decir, cuando se investiga sobre química en seres humanos, es evidente que los efectos pueden extrapolarse a cualquier tipo de población humana, pero cuando se habla de comportamientos o actitudes o deseos deberían tomarse en cuenta las características socioculturales de donde se refiere el estudio para poder extrapolar las conclusiones a otros grupos de población (no es lo mismo la asistencia universal, que la privada, no es lo mismo la cultura asiática que la catalana) y así en algunos momentos los parámetros avalados en el documento se basan en experiencias australianas o chinas como parámetros ejemplares.

De allí que si el título del texto ya me parecía difícil de entrada (luego me extiendo en ello), ahora después de haber trabajado el documento aún me resulta más extraño en su totalidad. En Europa hemos tenido una tradición de llevar a la conciencia aquello que vivíamos como mujeres y nos sucedía, ha habido grandes intentos de defender la maternidad en un sentido profundo y de intentar mantener una vivencia del trabajo corporal de la gestación y el parto en un sentido “doméstico” (podríamos decir: referidas a una posibilidad vital desarrollada con gusto y ocupando su espacio en la realidad cotidiana).
Hay referencias de comadronas como oficio desde hace siglos, estructurados sus estudios, sus prácticas, con una historia particular de autonomía profesional y con un sentido del rigor incuestionable.
Por otra parte el feminismo “más europeo” nunca ha negado la maternidad como modo de hacer femenino (y no se ha tenido que recuperar esa realidad como ha sucedido en el mundo anglosajón).
Ha habido tradición de psicoprofilaxis (que para quien no sepa nada del término: se refiere a los intentos de “preparación”, o adecuación diría yo, de cierta actitud para la vivencia del parto) que han promovido grandes avances en la concepción y en las dinámicas asistenciales de atención, escucha y acompañamiento a las mujeres en sus alumbramientos; básicas para la consecución de una visión de excepcionalidad en las posibilidades que ofrece el destino biológico a las mujeres en edad fértil.
Con todo ello quiero decir que un “parto normal” no debe ser (desde el punto de vista profesional) sinónimo de dejar de hacer de comadrona en toda su amplia posibilidad para ser mera espectadora del tema con pinceladas de actuación, porque no estoy de acuerdo que ser expectante beneficie a la evolución y a la vivencia del parto, pues dependerá de cada mujer que atendamos que es lo que requiere hacer (o nos volveremos a equivocar y resulta que ahora que cada vez desciende más la tasa de natalidad nos vamos a seguir dedicando a asistir partos en vez de dar el salto y dedicarnos a asistir a mujeres?!!) La cosa a momentos es más complicada, pues el documento parece un resumen de lo que se debería debatir en las Unidades de Formación de Profesionales en partería y no un documento público de posicionamiento profesional.

Por otra parte, de entrada no entendía lo del título: “Iniciativa para el parto normal” pues el concepto de normal me habla de lo común, de la norma y no de un posicionamiento de evidencia: pues un parto puede ser vaginal o abdominal, espontáneo o estimulado, eutócico o distócico, natural o con analgesia, porque en realidad común es sinónimo de universal, general, corriente y no de propio, original, puro, sencillo, pero resulta que el documento es una copia de la iniciativa llevada a cabo en lengua inglesa y cuyo titulo era “for a normal birth” de donde se ha extraído la idea de normal, aunque se ha obviado la idea de nacimiento; que le vamos a hacer, es evidente los riesgos de la globalización.

Buena primavera.