COMADRONA INDEPENDIENTE

opiniones sobre parto natural que puedan guiar a las mujeres

Monday, April 26, 2010

PUNTUALIZACIONES EN LA PRIMAVERA DEL 2010

Acaban de acontecer las Jornadas sobre parto en casa en Barcelona; se ha editado la Guía para la asistencia al parto en casa del COIB; parece que próximamente el programa Entre Líneas de TV3 para emitir uno con respecto al tema: es decir esta de moda y esto siempre genera muchas expectativas. Ante ello y dada la cantidad de llamadas que he recibido en dos semanas creo oportuno redactar una serie de puntualizaciones con respecto a mi posición en este tema.

Aprovecho para comentar que desde la primera promoción de la formación de comadronas residentes como especialidad universitaria de enfermería fui docente en la UB y durante 11 años me hice cargo de la clase sobre “El parto en casa” . Al respecto ya había participado en la publicación por primera vez en la Revista Integral – para público general 1982- y en la Revista Rol –para profesionales sanitarios 1995- de los parámetros de actuación profesionales pertinentes para la asistencia en casa del parto, (aunque no conste estas referencias bibliográficas en ningún documento de los que he consultado).

Y quiero señalar que en todos estos años de profesión desde el año 1980 jamás he concedido ningún ápice de autoridad al intrusismo profesional sea de autodidactas o de supuestas caricaturas de nuestra profesión en este país.

Me parece que amén de estos pormenores debo posicionarme para que las usuarias que deseen solicitarme servicios de partería en su proceso de maternidad sepan como planteo mi labor y espero que estas líneas sirvan para no tener que dedicar tanto tiempo por teléfono a clarificar mi propio espacio profesional.

1. Me parece oportuno que las mujeres que se planteen el tema de parir en casa lo hagan desde la perspectiva de abrirse una posibilidad vivencial distinta a lo que es habitual y no contraria a la asistencia hospitalaria, pues para no generar falsas expectativas, no puedo asegurar a nadie que el parto finalizara en el domicilio ya sea porqué en el uso de mi juicio clínico crea oportuno que el proceso pueda requerir de otros recursos técnicos o bien precise de la participación de un equipo multidisciplinar para no correr ningún riesgo adicional tanto para la madre como para el feto. Además que mi criterio profesional parte de la base de no convertir el domicilio particular en un mini-hospital y también por no ejercer la obstetricia como hace dos siglos. Todo esto desde mi punto de vista, no se contrapone con pensar y creer que todo el proceso es fisiológico y que es posible en el domicilio, es más, creo sinceramente que es el lugar de primera elección para la madre y el bebé ya que entiendo el tema desde un orden afectivo. Amén que también sostengo que el parto es un momento, absolutamente peculiar del proceso de maternidad y no es la culminación de nada sino un paso trascendente entre la existencia virtual y “anti-gravitoria” del ser humano y su vida realidad encarnada en este mundo.

2. Me parece ideal que el contacto profesional se produzca al final del primer trimestre de gestación para que la mujer pueda con tiempo valorar su decisión y las posibilidades asistenciales. Pero en cualquier caso no acepto cursar entrevistas cuyo objetivo sea la asistencia del proceso más tarde de las 24 semanas, aunque la guía recomiende las 28 semanas. Pues mi criterio enmarca globalmente el proceso de la gestación, parto el posparto y el desarrollo primario de la crianza humana y no tengo ningún interés en centrar el desarrollo de mi ejercicio profesional solamente en la atención al parto (sea donde sea: pues no trabajo en ningún Hospital tampoco). NO realizo entrevistas para convencer a nadie de las ventajas y de los beneficios del parto en casa y de su intento

3. La OMS recomienda 4 visitas como valoración necesaria para la atención prenatal y el control de la evolución gestacional en cualquier preñada. En el esquema de trabajo que utilizo las visitas dependen del momento en el que se inicie mi compromiso asistencial y en algún caso puede ser preciso más valoraciones obstétricas en todo el tiempo de gestación para conocer como evoluciona, digamos, biológicamente el proceso y para proporcionar información a la madre y a su pareja de lo que acontece.

4. La visita en el domicilio donde se va a asistir el parto se realiza sobre la 37 semana de gestación y debe ser el domicilio habitual – no me parece oportuno parir en donde no se viva-, que se pueda acceder a pie plano o que no existan más de 4 escalones para facilitar el traslado si se diera el caso –descarto pisos en edificios sin ascensor-. Y además que dispongan de agua corriente, luz, sistemas de ventilación y calefacción y donde semanalmente se desarrollen labores de limpieza doméstica para asegurar la mínima higiene que ha caracterizado la mejora de la salud humana en los albores del siglo XX. Ello conlleva que si se reside con animales domésticos -aunque esto exige una carga extra de limpieza doméstica- estos se hallen en buen estado de salud y estén debidamente desparasitados y que sus necesidades vitales se cubran en espacios distintos a los de sus propietarios. NI que decir tiene que no se debería compartir en el momento del parto la vivienda con enfermos infecciosos, tuberculosos o personas que puedan tener una enfermedad que conlleve un riesgo extra para la mujer gestante y su criatura a nacer.

5. NO asisto partos en casa de presentaciones de nalgas, ni de gemelares

6. La mujer debe poder andar por si sola sin prótesis, ni accesorios para su deambulación

7. No creo precisa la existencia de piscinas portátiles o instalaciones extraordinarias para el desarrollo y la consecución de un parto en casa.

8. No comparto mi labor con profesionales domésticos de ningún tipo, no llevo ayudantes; aunque puedo recomendar visitas terapéuticas de otros profesionales sanitarios.

La excepción es con el tema de la homeopatía –unicista-.

9. No creo necesario que la mujer firme ningún consentimiento informado por la decisión de trabajar juntas en el desarrollo de la maternidad que suscita mi compromiso profesional, pues no llevo a cabo ninguna actuación enmarcada en lo denominado “medicina voluntaria o satisfactiva” (para más información mi blogspot Octubre 2008)

10. En referencia en concreto, al trabajo de parto: los procedimientos a utilizar habrán sido pactados, consensuados y conocidos previamente; no asisto partos en casa si la rotura de la bolsa de las aguas –amniorexis espontánea- se ha producido 24 horas antes del establecimiento del parto; si la dilatación se estanca por más de dos horas con buena dinámica es de obligado ingreso hospitalario; si el bebé no esta encajado a la mitad de la dilatación con buena dinámica aconsejo el traslado al centro hospitalario de referencia; si existen aguas teñidas el traslado es obligatorio; habitualmente con las mujeres que acuerdo la asistencia no requieren utilizar expresiones verbales de intolerancia a las contracciones uterinas pertinentes para alumbrar; la libertad de movimientos es absoluta durante todo el proceso con la recomendación explicita de no acompañar movimientos de tensión muscular concomitantes al trabajo del músculo uterino; la duración del periodo expulsivo no será de mayor duración a 1 hora; en general si existe necesidad suturo y no espero más de 1 hora al alumbramiento placentario. Lo que significa que a veces será necesario el traslado hospitalario por riesgo evidente o por riesgo probable dada la clínica.

11. Aseguro incondicionalidad, compromiso, escucha, guía eficaz y absoluta individualización de la asistencia. Pretendo que mi actividad profesional no ocasione ninguna yatrogenía ni riesgos infecciosos e innecesarios. Defiendo que por intentar un parto en casa no puede correr peligro vital ni la madre ni su criatura. Garantizo que durante todo el periodo de la relación profesional es siempre posible localizarme por el móvil. Mis honorarios están establecidos en relación al listado de honorarios mínimos del COIB

12. Mi propuesta pasa por hablar lo que sea preciso comentar previamente al momento del parto

–en el espacio de la preparación prenatal- para con ello conseguir no interferir innecesariamente en el parto con una exigencia cortical (lingüística, verbal y conceptual) no pertinente.

13. Siempre me quedo en el domicilio durante mínimo dos horas después del parto y realizo seguimiento domiciliario en el puerperio; el final del compromiso asistencial lo marca la recuperación del periné en las mismas condiciones valoradas en el inicio de la gestación.

14. Todas las mujeres que intentan un parto en casa y que me comprometo a asistir deben haber establecido contacto en la gestación con un servicio obstétrico hospitalario de referencia por si acaso fuese preciso el traslado en el parto o para el parto con posibles riesgos.

15. Las mujeres que me comprometo a atender durante toda su experiencia de maternidad no presentaran adicciones de ningún tipo, estarán dispuestas a alimentarse del modo más adecuado posible y desearán realizar durante su gestación algún trabajo corporal de conexión personal.

16. Parto de la base de que todos los profesionales sanitarios hacen bien su trabajo y no tienen intención de cometer errores o de despreciar a las mujeres en su actuaciones, hasta que se comprueba lo contrario; y que no voy a diseñar mi propio espacio profesional en función de los deficiencias o faltas ajenas. Evidentemente no voy a fomentar ninguna fricción profesional con los equipos hospitalarios de asistencia obstétrica.

17. Creo firmemente que las clases – que no informaciones o reseñas- se deben impartir en los lugares destinados a ello, sea en el espacio de formación académica, en debates profesionales o en jornadas científicas, pues en general las cosas pueden mejorar con el esfuerzo de todos para conseguirlo: las demandas, los debates, los consensos, las comprobaciones –lo que se precise-.

Ruego la lectura de este texto antes de efectuar alguna llamada telefónica para solicitar más información o una entrevista. Gracias.

P. D.: Ultima hora para muestra un botón de la moda: contraportada de La Vanguardia del viernes 23 de Abril de 2010

Thursday, April 08, 2010

LAS COMADRONAS HACEMOS PREVENCION DEL DETERIORO

Estos días he tenido una sorprendente discusión con un estudiante de medicina, que evidentemente y entroncado con lo que estudia tiene o está construyendo su propia teoría de la salud, de la enfermedad y del papel de lo terapéutico y claro ello exige tamizar lo que aprende en la Facultad con diferentes opiniones para poder abrir sus horizontes y configurar su panorama.
Bueno, la discusión se inicio por que en numerosas etiologías de procesos patológicos aparece la gestación y en concreto la multiparidad como un factor de riesgo; y el debate surgió allí donde se culpabiliza una situación de salud como causante de deterioro.
Era fácil a partir de conocer esa premisa: paridad como factor de riesgo de…. ,que la cuestión derivara a que la gestación “per se” era una situación que determinaba un antes y un después en el cuerpo femenino y como somos mortales esa variación temporal estaba teñida de perdida y de desgaste.
Estoy de acuerdo que la gestación en según que mujeres, con según que antecedentes de salud y enfermedad de si misma y de sus ancestros, dependiendo de sus hábitos alimenticios, de sus contactos con tóxicos (sea la vía que sea: cutánea, oral, inhalatoria, parenteral,..) y según a qué edad se produzca la gestación; esta situación ni se va a desarrollar normalmente, va a suponer un problema de salud y posiblemente va a tener consecuencias a medio plazo de perdida de salud pero de eso a decir que la gestación por definición es un factor de riesgo (de nada ) me parece que hay un abismo.
No niego que hay mujeres que si tienen problemas circulatorios aunque sean sub-clínicos van a acabar sufriendo varices; que sus depósitos de ferritina están a mínimos sufrirá una anemia que afectará a su estado, a su humor y a su capacidad y repercutirá en el crecimiento del bebé: que si padece trastornos metabólicos de base es más fácil que acabe desarrollando una diabetes gestacional pero todo ello es porque la gestación es un estado fisiológico pero excepcional de homeostasis y cuando sucede en según que circunstancias sus mecanismos de equilibrio son más frágiles y a veces son infructuosos para conseguir un devenir asintomático, viable y sin consecuencias tanto para la madre como para su criatura. (Aquí se enmarca la morbilidad)
Después está el tema de la mortalidad materna y neonatal pero allí no entrare a escribir, pues está claro que cualquier situación humana puede comportar riesgo de muerte en un cuerpo que es por definición mortal y siempre referido a unas circunstancias determinadas pues no es posible extrapolar las situaciones ya que siempre suceden en un contexto concreto.

Mi sensación de toda la discusión fue esa que si la comadrona es la profesional de referencia para la salud procreativa estaba claro que su papel tenía que poder definirse en referencia a esa situación de salud en cualquier circunstancia en la que aconteciera y así apareció el título de esta bitácora del mes de Abril, pues si no hacemos nuestra labor profesional de un modo activo e individualizado no vamos a poder demostrar que la gestación también en la realidad es una situación de fisiología humana sin consecuencias de deterioro para la salud femenina. Ya que en estos momentos se tiene que demostrar también lo que es evidente (medicina de la evidencia).

Y no hablo solamente de poner el peso (guía para la vivencia) en un proceso energético incomparable en la vivencia de ser mujer cuando llevas en tu vientre a un nuevo ser humano que permite a la especie perpetuarse en este planeta, pues estoy convencida de que muchas propuestas espirituales orientales y de ejercicios o terapias de “conocimiento y crecimiento personal” pretenden que las personas sientan algo de lo que sucede a las mujeres en sus gestaciones; sino que hablo de observar, aconsejar, pautar, supervisar y acompañar a las mujeres en ese momento especial de su vida para que se puedan conocer mejor, cuidar más adecuadamente, … y a la vez puedan disfrutar corporalmente de esa situación biológica que nos proporciona la naturaleza humana al ser mamíferas, lo que no quiere decir dejar hacer a la naturaleza sino promoverla, potenciarla, ayudarla hasta muchas veces canalizarla o rectificarla (de poner recto lo torcido) para su mejor desarrollo y expansión.