COMADRONA INDEPENDIENTE

opiniones sobre parto natural que puedan guiar a las mujeres

Monday, February 04, 2008

INTERFERENCIAS

En todo mi ejercicio profesional sólo he conocido dos discursos esenciales contra mi profesión , es decir directos al sentido de ser comadrona.
Los dos discursos tienen un punto en común que los dos personajes de diferente género y profesión hubiesen deseado ser comadrona y aunque en la práctica asistencial han ejercido como tales, no han conseguido ninguna aportación al arte de la partería, pero si se han aprovechado y han degradado a las profesionales que lo son.
Los dos personajes – no hace falta dar nombres- han fomentado el intrusismo profesional dentro de la partería y hasta lo han avalado ofreciendo formación y apoyo a las doulas. Que pena tanto esfuerzo siempre situado al margen de la realidad y de las posibilidades assitenciales, deseo pensar que hubiera sido mejor (o aún que “puede ser”) que todas las reflexiones nacidas con la escusa del parto vaginal normal (ya no me atrevo a llamarlo de otro modo) se hubiesen volcado eficazmente en la salud de nuestra asistencia sanitaria, para mayores logros en el siglo XXI cuando ya tenemos una nula mortalidad materna y fetal.
Cuantas confusiones, no obstante, se producen por ello en la actualidad; la analogía entre lo mejor y lo verdadero, entre la necesidad y el sentido común.
No estoy de acuerdo y no creo que ya ande a tiempo de esarlo con posiciones demagógicas, dogmáticas y casi diría irresponsables con cierta atención obstétrica que se propone a costa de la clínica, del bien hacer, de la promoción de la salud y de la posibilidad de crecer en el sentir y en la conciencia.
Las mujeres del siglo XXI requerirían estar muy cerca de sí mismas, muy capaces de cuidarse, manejarse, conocerse y ademas ser tan extraordinariamente generosas que pudieran recuperar el dar a luz como un don, como una donación y así entregarse libremente a su condición biológica y ello requiere también colocar y “deconstruir” muchos prejuicios, temores e influencias socio-culturales amén de parapetar ciertas presiones; pero todo esto me parece más viable y adecuado que alegar a la condición de mamifera sin proponer nada más que una “avenida” (en tinieblas) ante la “autopista” iluminada, negadora y sin misterio de las propuestas médicas tecnificadas occidentales en la asistencia obstétrica.
Por ahora es preciso trabajar en el amparo y en el acompañamiento de las mujeres que devienen madres para intentar hacer realidad lo que siempre ha sido posible: ser madre y no muriéndose en el intento, gozar internamente lo máximo posible cada una.

SENTIRSE

Todo se basa en el cuerpo, no se puede prescindir de él, es vital la actitud porque determina la direccón, el camino, pero este se hace en el cuerpo. En la escucha del cuerpo, en conocer la propia forma de tensarse y distenderse, de estar, de conseguir sentirse mejor, de lo que molesta o de lo que agrada, de lo que se necesita de los otros cuando el cuerpo se manifiesta y de lo que se pone en juego en cada una cuando se nota el soporte intimo de nosotras mismas. Y es evidente que se precisa para todo ello el coco, el estar bien colocada de coco, el tener claro los deseos y las expectativas, pero si no se sabe donde esta la realidad, las posibilidades corporales es cabalgar una locura que va a ocasionar más problemas todavía en quien no halla podido saberse o escucharse corporalmente. El cuerpo no sólo es el soporte del espíritu (aquello que creemos ser) sino que es nuestra posibilidad real de ser, es lo que somos, por ello el paso del tiempo en él para demostrarnos que somos sensibles, frágiles y mortales y además que nacemos absolutamente dependientes y vulnerables.
Cómo se puede iniciar la aventura de donar una nueva vida, sin querer sentir la propia? Cómo se puede cuidar de alguien inválido por falta de madurez si no se sabe cuidar de una misma? Hay cuestiones que se deben suceder unas a las otras, su superposición es costosa y difícil de sobrellevar, a veces es imposible.
Lo natural es aceptar que tenemos cuerpo y que este precisa de unos cuidados y que exige determinadas atenciones, que se tiene que comer, orinar, defecar, dormir, reposar, moverse, saber manejar las manos, hacer uso de las articulaciones, de los músculos, de la vista, del oído, del tacto, del gusto. Que también se conoce por la sensibilidad cutánea, por la condición sexual, por el dolor y por el olor. Es todo nuestro aprendizaje que se pone en juego cuando decidimos aventurarnos en gestar y procrear la especie. Para las mujeres es una obligación aprovechar esta oportunidad de ser dos, para conocerse, reconocerse y gozar.