COMADRONA INDEPENDIENTE

opiniones sobre parto natural que puedan guiar a las mujeres

Tuesday, September 19, 2006

ADOPCIONES
Y empiezo donde acabe: que sucede con el tema de las adopciones?!. Conozco ya tantas que me cuesta entender cada una en lo concreto.
Como comadrona me resulta difícil trabajar en esta área, ya que el punto de partida que posibilita el cuerpo está ausente. Parece que el imaginario propio se combine en un mundo de fantasía idealizada y romántica donde va a ser imposible ubicar la realidad.
Realidad imperativa: diferente raza, cultura de origen, ancestros genéticos, aprendizajes primarios –en muchos casos-, improntas gestacionales y aunque todo se pueda construir hay cierto espacio que viene dado, que está predeterminado por algo más allá de cada uno/a.
No sólo me sorprende la idea de que para: hacer, tener, disfrutar de un bebé ya no sea necesario un encuentro corporal ( en todas sus posibilidades) si no que incluso la carta sea tan amplia. Por que parece una cota a conseguir, un artículo a desear, un capricho a obtener. Ciertamente en el deseo de quedarse gestante influyen muchas cuestiones de índole mental y expectativas tanto neuróticas como fantasmáticas, pero sé por mi experiencia que a parte de ese motivo se puede -si se desea- ir a la búsqueda de nuevos espacios para permitir ser a los demás como realidades y no solamente como proyecciones personales y no estoy diciendo que el encuentro de nuevos sentimientos insospechados se tenga que “preparar”, pero sí me parece interesante plantear la importancia del cuerpo para tener la mente menos “colgada” lo cual me parece interesante.
DE MODA
Esta de moda todo lo referente a la maternidad. Esa posibilidad de entrada corporal y sensible que da sentido al sexo biológico y permite descubrirse desde un cuerpo capaz, poderoso e intensamente adaptable que vincula sentimientos, emociones en experiencias personales de crecimiento y desarrollo.
Maternidad y maternaje confundidos en nuestras expectativas mentales, en nuestro lenguaje, ante ello hay bastantes teorías desde la que no se tiene que bloquear el inconsciente, hasta la tesis que promueve que sea el subconsciente capaz de resolver directamente ciertas cuestiones vitales, lo cual evidencia que en ese continuo especulativo caben muchas hipótesis.
En cualquier caso las noticias aparecen más o menos con periodicidad mensual (será un reflejo menstrual?) y tanto enfatizan las cargas del maternaje como los impedimentos socio-culturales a los cambios del modo de vivir a los hijos por parte de las mujeres; pero a mi lo que me llama la atención es la falta de capacidad en casi todos los artículos de buscar, o llegar a ciertos análisis realistas donde lo genérico no acabe negando lo particular o por el contrario lo particular deba de ser ideal general de una nueva mujer.
Las cuestiones se desarrollan entre el agobio, la falta de igualdad doméstica en el cuidado de los hijos a la crítica peyorativa de las “rabenmutter” (madre-cuervo por el abandono de los hijos en busca de un destino personal), sin tomar en cuenta los intentos creativos de cualquier mujer de acoger a los que le rodean sin abandonarse a sí misma.

Muchas mujeres es cierto que no han podido liberarse de la dicotomía dual de hijos o trabajo y que además tienen situaciones económicas peculiares pero esto ocurre en el primer mundo, en cierto espectro poblacional y evidentemente resaltado en una prensa con ciertos prejuicios de pensamiento.

Es también real que las mujeres no se sienten simplemente satisfechas de convertir su destino biológico en destino de vida ( y sobre todo ahora que ostentan cierta perspectiva de poder) pero tampoco es cuestión de negar su propia autoridad a ser sincera consigo mismas y atentas con las personas que quieren.

Reconozco que es un equilibrio frágil, delicado e inestable y ciertamente arriesgado pero es necesario poner más énfasis en las posibilidades para que sea viable esa combinación vital que se llama familia y que se consiga disfrutar de ese malabarismo y no sólo referir anécdotas de los intentos que por ser particulares no promueven identificaciones o que solo suscitan fantasmas en el imaginario de quien sin mucha reflexión (y la cortical es importante) puede incorporar esa problemática maternal.